La siguiente actividad consiste en que los animales les cuentan las aventuras y los hechos que les han sucedido de manera que los niños puedan aprender los valores como el de no reirse de los demas y el valor de la amistad y que de esta manera no comentan los errores que ellos cometieron nuestros amigos.
Uno de ellos es el de la liebre Filipo y la tortuga Andy :
Había una vez una liebre llamada Filipo que siempre presumía de lo rápida
que era, a la tortuga Andy eso le molestaba mucho.
Filipo: Soy más rápida que el viento, en cambio tú eres muy lenta
y siempre llegas tarde a todas partes.
Andy: Ya estoy harta de que te rías de mí, si tú eres la más
rápida pues bien, vamos a echar una carrera a ver quien llega antes a la
meta.
Filipo: Vaya tontería, está claro que voy a ganar
yo, pero si quieres vamos a echar esa carrera.
El búho Manuel dio la señal de salida:
Manuel:Preparados, listos, yaaaaaaaaaaaa.
Filipo salió disparado, en cambio la tortuga Andy caminaba muy
despacio: Plaf, plaf, plaf.
A mitad de camino, la liebre Filipo sintió sueño y dijo:
Filipo: Soy tan rápida que puedo quedarme dormida bajo éste
árbol, después continuaré la carrera.
La tortuga Andy caminaba muy despacio pero sin pararse.
Cuando se despertó, la liebre siguió corriendo rápidamente,
pero cuando llegó a la meta:
Filipo: Es imposible, es imposible, gritaba enfadada.
Andy la tortuga había llegado y había ganado la carrera, todos
los animales lo habían visto.
La liebre filipo reconoció haber pedido y prometió no reirse nunca
más de nadie, pues cada uno es como es y nadie es mejor o peor.
Y colorín colorado, éste cuento se ha acabado.
Otra de las historias que les sucedió a nuestros amigos tiene como protagonista al Elefante Valentín
Nuestro amigo el Elefante Valentín era muy tragón. Cansado de comer las plantas de la
selva, decidió irse al Zoológico.
El Elefante Valentín llamó a la Tortuga Andy y le contó que se iba al Zooológico y le dijo que llame a los animales que
quisieran ir con él, La tortuga dormilona, cansada que no la dejen dormir, le
dijo:
Estas loco! Como vas a hacer eso? y el Elefante Valentín le dijo:
Llamalos a todos! y la Tortuga
le contestó - Está bien, está bien .....ya voy.
Entonces vinieron el León Diego que estaba triste de no tener niños para asustar y el Mono Dylan que estaba aburrido de comer plátanos todo
el día. Todos ellos decidieron irse al Zoológico con el Elefante.
Al otro día, el Elefante los
despertó a todos muy temprano para hacer el plan e ir al zoológico. Se
escondieron entonces en un barco que iba a la ciudad. viajaron todo el
dia y la noche.
Al día siguiente el Mono Dylan se despertó y les dijo a sus amigos: - Llegamos amigos, Estamos en el zoologíco!!
Al día siguiente el Mono Dylan se despertó y les dijo a sus amigos: - Llegamos amigos, Estamos en el zoologíco!!
despierten!!
Esperaron la noche para salir
camino al Zoológico, cuando llegaron se encontraron con el avestruz Anabel que estaba
desesperada por salir del zoológico.
- Porque te quieres ir? dijo la
Tortuga Dylan
- Porque no tengo espacio para
correr, todo el día estoy encerrada en esta jaula - dijo el avestruz. Y
el pinguino Simón triste dijo:
-Aquí no hay frío amigos
- Si! - le dijo Joe el Gorila
fortachón desde su jaula- aquí tampoco podemos salir de nuestras jaulas,
ayudenos a salir!
El Elefante Valentín al escuchar lo que
le iban disiendo los animales, se puso triste porque no era el zoológico como
él pensaba y decidió salvar a los animales del Zoológico y ayudarlos a salir y
escapar de su jaulas... Entonces Diego el León malo le dijo:
Estas loco! yo no quiero
regresar, yo quiero asustar niños!!!
Estas loco!! dijo Joe el Gorila -
sí tú asustas a un solo niño, te dejan sin comer todo el día y te castigan
mucho. Aqui los niños vienen a divertirse.
Entonces dijo Diego, vamonos
de aqui, hay que salvarlos y salir pronto!!
Así comenzaron a abrir las
jaulas con las llaves que encontró el Mono en la caseta del guardia que dormía
y en silencio salieron todos los animales al puerto.
Al llegar, el encontraron un
barco que estaba a punto de partir, corrieron y saltaron y se escondieron en el
depósito del barco, para que nadie los viera.
Al
llegar a la selva, todos los otros animales los esperaban felices , organizaron
una fiesta y no querían volver a quejarse de lo que tenían.
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